La música es un elemento inherente a la vida de las personas, nos encontramos en contacto con ella incluso antes de nacer, y nos acompaña en las distintas etapas de nuestra vida. La música permite trabajar elementos como la psicomotricidad, el desarrollo emocional, la coordinación, el compañerismo, los valores cívicos, etc.
Si a esto le sumamos la posibilidad de trabajar todos estos elementos en un entorno familiar en el que el niño o niña se sienta arropado y apoyado por su familia, seremos capaces de crear una atmósfera idónea para el desarrollo del niño.